Aunque soy una raza totalmente americana, no siempre se me ha llamado pelo corto americano. Mi raza se llamaba Pelo Corto Doméstico hasta 1966, cuando se nos rebautizó con el nombre de \"Americano\", que los humanos pensaron que era más patriótico. Hoy en día existen los Domestic Shorthair, pero no son de raza pura como yo. Muchos humanos nos confunden porque podemos parecernos mucho, pero los American Shorthairs somos gatos de raza y los Domestic Shorthairs no. Para mantenernos dentro del estándar de la raza, se crearon programas de cría del American Shorthair para distinguirnos de otros gatos de pelo corto sin pedigrí.

Los American Shorthairs somos más antiguos que los propios Estados Unidos de América. Mis primeros antepasados eran gatos de trabajo europeos que eran excelentes cazadores y se encargaban de los problemas de roedores en los barcos, manteniendo a sus humanos libres de las enfermedades que esos animales podían transmitir. Llegamos a Norteamérica en el Mayflower y desembarcamos en Plymouth, MA, en 1620 con los primeros colonos de Europa. Algunos humanos creen que incluso pudimos haber estado en barcos anteriores con los colonos que desembarcaron en Jamestown, VA, en 1607, con los españoles que desembarcaron en Florida o incluso con los vikingos que desembarcaron en Terranova. Una vez que mis antepasados llegaron al Nuevo Mundo, trabajaron como ratoneros en la América colonial y fueron apreciados por su dureza y trabajo. A medida que se extendía la colonización de América, acompañamos a nuestros pioneros humanos; al fin y al cabo, ¡siempre había alimañas que atrapar en aquella época! Siempre hemos sido populares en Estados Unidos, y en 1895 fuimos exhibidos en la primera gran exposición de gatos de Estados Unidos en el Madison Square Garden de Nueva York. Por aquel entonces todavía se nos llamaba Domestic Shorthair (y así sería hasta los años 60), pero nuestra popularidad en todo el país hizo que fuéramos una de las cinco primeras razas reconocidas por la Cat Fanciers' Association en 1906. En esa época, los estadounidenses empezaron a interesarse por razas de gatos importadas más exóticas, como los persas y los angoras, pero los amantes del American Shorthair se volcaron con nosotros e iniciaron un programa de cría selectiva para mantenernos fuertes. Aun así, los gustos americanos hicieron que algunos criadores, a finales de los años 50, nos cruzaran con persas. Cuando se nos denominó oficialmente American Shorthair en 1965, el estándar de la raza excluía estos híbridos. Ese año, un American Shorthair atigrado llamado Shawnee Trademark ganó el premio al mejor gato de la CFA, consolidando nuestro lugar entre las mejores razas del mundo. En la actualidad, somos la sexta raza felina más popular.