Puede que nos conozca como el gato sin cola, pero no todos los Manx son iguales. Los Manx tradicionales (los que pueden competir en la categoría Manx de la CFA) son de pelo corto y no tienen cola (llamados \"rumpys\") o sólo tienen una elevación de hueso como cola (llamados \"rumpy risers\"). También hay \"stumpies\" (Manx con colas cortas y rechonchas) y \"longies\" (Manx con colas de longitud normal). Pero hay más. También hay gatos Manx de pelo largo, que se llaman Cymrics, y también los hay de todas las longitudes de cola.

Debido a nuestra singular falta de cola, los humanos han inventado un montón de cuentos populares sobre el origen de los gatos Manx. A algunos humanos les gusta decir que la primera Manx fue creada porque estaba durmiendo la siesta cuando Noé estaba cargando todos los animales en su Arca, llegó justo cuando el Arca se estaba cerrando, ¡y le cortaron la cola! Otra de las historias favoritas de los humanos es que todos los Manx descienden de un gato sin cola que navegó con la Armada Española y sobrevivió a un naufragio frente a la costa de la Isla de Man, llevando el gen sin cola a la isla. Ninguna de estas historias es cierta, por supuesto, pero no nos importa ser material de leyenda. La historia más probable es que los Manx somos el producto de una mutación genética espontánea que se produjo entre los gatos nativos de la Isla de Man, situada en el Mar de Irlanda entre Gran Bretaña e Irlanda, que estaba aislada de la influencia de otras razas de gatos. Originalmente se nos llamaba stubbin en el idioma gaélico manx (una lengua celta hablada en la Isla de Man), pero pronto adoptamos el nombre de Manx por la tierra de nuestra creación. Muchos humanos piensan que los Manx de pelo largo (o Cymrics) son el resultado de los gatos de los bosques noruegos que llegaron a la isla en los barcos vikingos y se mezclaron con la población local sin cola. Los gatos Manx son una raza antigua y compitieron en las primeras exposiciones felinas del mundo en Gran Bretaña. También fuimos una de las razas fundadoras cuando se formó la Asociación de Aficionados a los Gatos en 1906. Pero somos algo más que gatos de exposición. Somos muy buenos ratoneros y nuestra combinación ganadora de inteligencia y amabilidad nos convierte en una mascota familiar prrrfecta. Incluso podemos aprender a hacer trucos. Puede que no seamos una de las razas de gatos más comunes, pero sin duda somos una de las más singulares (tanto si se creen los cuentos como si no).