Aunque los Snowshoes vienen en una variedad de colores de puntos, los gatitos Snowshoe nacen completamente blancos. Al cabo de unas semanas, nuestros cuerpos se oscurecen y la coloración point de nuestras colas, patas, cabezas y orejas empieza a aparecer y a desarrollarse. Nuestros puntos se oscurecen aún más a medida que crecemos, pero nuestras características patas blancas seguirán siendo blancas. Los humanos no se cansan de ver nuestras pequeñas manoplas blancas, que hacen que parezca que acabamos de pisar la nieve, y de ahí viene nuestro nombre de raza.

Los Snowshoes somos una raza muy nueva. A principios de los años 60, nacieron tres gatitos siameses por \"feliz accidente\" en un criadero de Filadelfia, PA, y estos tres gatitos inspiraron toda la raza. Una criadora de gatos siameses llamada Dorothy Hinds-Daugherty descubrió que tres gatitos de una de sus camadas tenían cuatro patas blancas cada uno. Se enamoró de estos gatitos, que no sólo tenían las marcas blancas de las patas, sino también los impresionantes ojos azules y la coloración en punta característicos de los siameses, y quiso crear una raza con estas marcas tan específicas. Decidió cruzar estos siameses especiales con gatos de pelo corto americanos con marcas de esmoquin y, con el tiempo, consiguió las marcas y coloraciones adecuadas. Finalmente, se retiró, pero otra criadora llamada Vikki Olander quiso mantener nuestra raza. Los registros de este periodo de mi desarrollo son bastante irregulares, pero Olander era la única persona que nos criaba en 1977. (Los Snowshoes siempre hemos sido una raza rara porque es muy difícil conseguir nuestros colores y marcas específicas). Hay pruebas de que los gatos tipo Snowshoe (o más exactamente, los gatos siameses con mitones blancos) han existido de forma natural durante mucho tiempo - hay una foto de la época victoriana y una serigrafía japonesa que muestran algunos de mis antepasados naturales - pero fueron felices accidentes de la naturaleza, no el resultado de un estricto programa de cría. Como éramos tan pocos, los principales registros felinos tardaron en reconocer oficialmente nuestra raza. La Federación de Aficionados a los Gatos nos reconoció en 1982, seguida por la Asociación Americana de Aficionados a los Gatos en 1990 y la Asociación Internacional de Gatos en 1994. Hoy en día, seguimos siendo una raza poco común, pero los humanos que nos conocen y nos quieren hacen que nuestra raza siga siendo fuerte.