¿Buscas un perro faldero adorable que te siga a todas partes? Entonces, ¡soy el cachorro para ti! No hay nada que me guste más que pasar tiempo de calidad con mis humanos. Tanto si nos acurrucamos en el sofá como si damos paseos por el vecindario, estaré a tu lado y te entretendré con mi divertida y entrañable pawsonalidad. De hecho, me gusta tanto estar con mi gente que tiendo a ponerme nerviosa cuando me quedo sola durante mucho tiempo. Aunque mi ansiedad por la separación hace que no sea una buena opción para los humanos que trabajan todo el día, soy perfecta para los que viven en apartamentos debido a mi pequeño tamaño. No necesito hacer mucho ejercicio y soy un poco pata de sofá, jeje. Sólo hay que saber que puedo ser un poco de alto mantenimiento: mis largos y rebeldes mechones requieren frecuentes viajes a la peluquería. En definitiva, si estás buscando un pequeño y esponjoso animalito que esté siempre dispuesto a ser el centro de atención, no encontrarás un compañero mejor que yo.