Los Shar-Peis somos conocidos por nuestra piel arrugada, que en realidad fue diseñada para protegernos en las peleas. Alguna vez necesitamos una armadura de piel porque fuimos criados originalmente para proteger a nuestros dueños. Debido a la forma en que se pliega nuestra piel, si un perro o un humano nos agarra, podemos escapar fácilmente sin que ninguno de nuestros órganos internos resulte dañado. Esta es una de las características que nos convierte en un perro guardián resistente. Sin embargo, nuestros arrugados pliegues de piel pueden provocar problemas cutáneos, por lo que hay que tener en cuenta el cuidado de nuestra piel a la hora de asearnos.

Los perros Shar-Pei son una raza antigua procedente de China, y existen desde el año 200 a.C. ¡Es decir, desde siempre! Originalmente fuimos criados para la caza, la protección y la lucha, y aún hoy actuamos como perros guardianes de la familia. Hace 2.000 años, los campesinos que vivían en las provincias del sur de China nos criaban principalmente como perros de pastoreo, hasta que nuestra popularidad creció en todo el país y el mundo. Éramos buenos cazadores de jabalíes y, debido a la piel que nos cubre los ojos, parecíamos tener un \"ceño de guerrero\" para intimidar mejor a los posibles intrusos. Hace mucho tiempo, también nos tenían los jugadores que nos utilizaban como perros de pelea. Esto implicaba alimentarnos con alcohol, entrenarnos para ser agresivos y animarnos a pelear con otros perros por deporte. Con el paso de los años, se introdujeron en China otras razas de perros grandes, y poco a poco, por suerte, dejamos de ser utilizados para las peleas de perros. Ahora